lunes, 9 de octubre de 2017

LA VALENTÍA DE VIVIR

No hay vuelta atrás,
a veces siento el vacío
y despierto de noche una vez más.

Un castillo que no habito
se derrumba cuando voy a escapar,
no hay vuelta atrás,
lo real e irreal
te aceleran el corazón al despertar.

Qué más da lo que sienta
solo puedo gritar
no hay vuelta atrás.

Tiempos modernos que atrapan
la vida es vértigo si no sabes ganar,
historias para engañar,
no hay vuelta atrás
no hay nada más.

“No hay vuelta atrás” es un poema donde percibo la realidad que me envuelve, la sensación de que la vida es un maravilloso juego de exploración y de creación donde hay normas y reglas que son necesarias conocer para mejorar en la vida.

La capacidad que tienen las personas para superar adversidades, reconociendo y enfrentándose a sus miedos y continuar con su vida se llama resiliencia, hace referencia a personas valientes  que hacen del mundo que les rodea un lugar propio, que saben lo que es tocar fondo porque han estado allí muchas veces, y en todas ellas volvieron a la superficie.

Cada uno tiene su historia y sabe que no es fácil, sin embargo, merece la pena seguir, porque también merecerá la pena la alegría que vendrá, hay que atreverse y vivir. Cada día es único e irrepetible y hay que tener la valentía de vivirlo como tal.
Porque el mundo es de los valientes, de los que buscan cada día descubrir algo nuevo en él.
 
La vida no tiene un plan diseñado de antemano, somos nosotros quienes podemos ser arquitectos de un futuro más digno, más hermoso, más pleno. Donde tenemos que aprender de nuestros errores, de nuestros fracasos y pérdidas para mejorar nuestra vida.


Asumir que nuestras acciones e incluso nuestros pensamientos generan consecuencias, es lo que nos permite tomar las riendas de la propia vida con determinación. Apreciarlo, darse cuenta de ello, no es precisamente fácil. Asumir nuestra responsabilidad sobre cada palabra dicha, cada vacío provocado, cada conducta, acción o pensamiento interiorizado es lo que nos permitirá tener un mayor control sobre nuestra realidad.

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